Como dijo Cortázar:
“Tú no elijes la
lluvia que te va a calar hasta los huesos”
Subsistir a pensamientos
Así, tan simple como una inofensiva gota de
lluvia,
se convierte en
diluvio y crea marejadas,
y horadó, hasta anclarse en mis entrañas.
Y no... Yo no
elegí que me sitiaras…
pero fuiste como
sabia, nueva, renovada,
la dosis de
energía, la fuerza vital,
que el corazón
necesitaba.
Pero de qué me
sirve tu estrategia, te pregunto,
destino, vida o
quien sea, el autor de la jugada.
De que me
sirve, si debo subsistir a pensamientos,
mientras mi ser,
día y noche lo reclama.