Bienvenidos a este rinconcito de magia y fantasía, dónde el alma puede soñar y la mente se libera, donde todo es posible, donde mi "locura" queda plasmada en letras.
Procuro hacer de este lugar, un remanso de paz, un punto de encuentro con otros que como yo, ven el mundo con ojos de poetas.
Un vuelo mágico donde el tiempo pierda sentido y el reloj se inútil.
Será un portal hasta mi alma, cada palabra es una pieza en el puzzle de mi vida.
Los invito recorrerlo y a soñar juntos, solo es necesario un poquito de magia en el corazón...


domingo, 20 de julio de 2014

Ocaso...

Cuando el cielo se inclina y los ángeles hablan





Cuando el cielo se inclina y los ángeles hablan 


La noche, tendió su mantel de sombras 
sobre el azotado tejado, de mi corazón desvalido, 
ajado, de tanta lágrima guardada… 
Desbordado por un torrente irrefrenable, 
se dejó vencer… 

Como una eterna diadema de perlas, 
rodaron por mis mejillas, 
intentando como espinas, adherirse a la piel 
de un rostro conocido de memoria. 

Las puertas del silencio, crujiendo se abrieron, 
esperando dar paso, a un alma encomendada. 

Mas aquella enredadera 
que plantamos juntos, 
hizo estallar sus flores, 
en señal de desacuerdo. 

Su luz, esfumó el cortejo de la soledad… 

¡No! ¡No llevaré nuestras alegrías, 
a ese oscuro túnel que me acecha! 
No permitiré que borres la sonrisa que pintó en mis labios, 
ni me hurtarás los recuerdos, tiñéndolos de amargura. 

La noche cambió su mantel de sombras, 
por un estrellado manto, 
y la diadema coronó mi rostro, 
como lo hacían las yemas de sus dedos.… 

¡Qué liviana se siente el alma! 
 
Cuando el cielo se inclina y los ángeles hablan. 






Feliz! .... Participé en una dinámica  inspirada en una imagen  y hoy recibí esta alegría! Gracias!!! a Manantial Poético por este reconocimiento!

sábado, 12 de julio de 2014

En tus brazos… aunque invisibles









En tus brazos…  aunque invisibles



El cielo se arrodilla a mis pies… y me dejo llevar por su amor…
¿Es pecado,  dejarme seducir y vivir flotando entre las nubes?
Me tiendes una alfombra de algodones y extasías mis pupilas,
arrullas mi alma con tu hálito tibio.
Meces  el cabello del último abedul sobreviviente
y tiñes el horizonte de ocres…
Apretando los ojos, sueño, prometo, ¡Es para mí!
 Hasta mi llega un susurro… un eco perdido entre luces y sombras…

Aunque invisibles… descansa en mis  brazos,  cuando la vida te pese…

No es que huya










¡No es que huya! …

es que en esa multitudinaria soledad,
me alcanzas y me reencuentro…
Esa soledad tan habitada,
y ese silencio tan abrumadoramente bullicioso,
no necesita de mis sentidos,
para hacerme sentir, lo que tiene para decirme.
No es que huya… pero es allí tu presencia,
tan  abrazadoramente, perfecta
y tan perfectamente abrasadora,
que siento  renacer,   en cada respiro.
Me hablas sin palabras…  las asume directo el corazón
y entonces, brilla aún más,  esa llama que arde en mi alma…
Comprendo que no he ido a contramano
como lo temí a veces,
porque aquí estás a mi lado siempre,
entibiando mi mano izquierda…
 Quizá solo tú me entiendas…
No es que huya,
es querer revivir  el  retorno  a casa …

Ya no desespero







No desespero,
si mis ojos no alcanzan a verte,
ni al ver mis manos curtirse de caricias huérfanas.
¡No! Ya no desespero, 
si mis labios se besan a sí mismos
procurando la humedad, que dejó tu boca.
Ya no me impaciento
ni muero, minuto a minuto
esperando tus pasos,  acercarse a mi puerta.
La agonía,  
no es más larga,  que el recorrido
que hago para hallarte…
Porque  vallas donde vallas,
o estés donde estés, siempre te encuentro…
No desespero, 
por alcanzar lo que siempre, 
estará  al alcance del corazón. 

Te lo pierdes tú










Te lo pierdes tú


Maldito tiempo que  te vanaglorias,  porque llevas ventaja.  
Te muestras en las horas, sin siquiera darme lugar,  
a ocuparlas como verdaderamente quiero.

Pero  déjame decirte…que ¡te lo pierdes tú!

Porque eres tú, quien no se ha dado cuenta,
que te robo los minutos y en cada uno de ellos
derramo en amor, la hoguera que me arde en el pecho…

Aun así, no  puedo amalgamar las horas,  
porque en tu trajín,

no percatas  mi pequeñez,  prendida de tus segundos…