En el afán de llegar

En el afán de llegar, de poderte encontrar

Fui mi propio verdugo
Y me negaba a aceptar.


Dudando pero curiosa,
Me adelanto a las cosas,
Será por eso que me ha ido tan mal.
Salí en tu busca una mañana,
Sola y atormentada, sin pensar en mas nada
Que no fuese tu mirada.

Buscando consuelo,
Volví a mirar el cielo
Te rogué que me escucharas
Y escuche que tú me hablabas.
Fueron pocas las palabras
Pero endulzaron mi alma,
Y cuando abrí los ojos,
Comprendí lo que pasaba.

Aburrida y muy cansada,
Quise terminar mi vida
Y no espere que me llamaras.
Casi logro mi objetivo,
Pero olvidé, que yo no decido
Como y cuando estar contigo.

Ahora vivo más aliviada,
Esperando tu llamada,
Sin temerle más a nada,
Pues conozco tu morada.
No hay porqué vivir temiendo,
Me dijiste tú al oído,
Yo voy a estar aquí siempre
Como desde que has nacido.

Quieren hacerme creer,
que estuve grave y lo sé
que por eso me parece haber estado con dios.
No comprenden mi razón ,
De afirmar esta versión,
solo yo se qué es así, y por eso hoy soy feliz.