Duele
Duele… y me quedo mirando perecer las horas…
y todo alrededor se vuelve bullicio,
porque el silencio llora conmigo
las horas muertas, que va sacrificando la ausencia.
Intentollenar una maleta
con lo poco que sobrevive en mí
y lo primero que encuentro,
aferrados, en el fondo de los cajones,
son aquellos sueños que siempre protegí.
Duele… y necesito,calmar este dolor
que me atraviesa, pero solo me atrevo
a imaginar el tren en el andén;
espera mí arribo, mas se desdibuja,
antes que logre mover un pie.
Necesito armarme de valor…
y desprenderme de tanto lastre
que me mantiene anclada a la tristeza.
Duele… duele tanto, que de tanto, no se siente…
Los sueños me anestesian, e insisten en darme alas,
y el alma aunque sin fuerzas, se aferra y apuesta
a ese rayo de sol, que siempre aparece al rescate.
Mónica Beneroso
Yeruti
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