Para no extrañarte

ante el dolor, te llenas

un minuto más un minuto menos

maraña de pensamientos

las almas se encienden

Pasos

Burbujas

Desvelo...

Desvelo...

Llegas, infaltable e insolente… 

y cuajas en los ojos, a traición.

Inquisidor, hurgas en la mente

y la perturbas…

Socavas en el alma, empecinado 

en implantar fantasmas… 

Sin barandales, a ciegas, 

en una cuerda floja, 

siempre me abandonas, 

a merced de las dudas, 

Ya entregada…

me dejo hacer…

como las margaritas…

por un, me quiere, no me quiere…

Desde que me habitas

Desde que me habitas

La soledad, esa que se siente en el alma

aunque cientos te rodeen,

ha dejado de ser ese fantasma

que solía arrinconarme, paralizando

hasta mis ganas de vivir…

Ahora soy yo, quien la acorralo,

la persigo, y la condeno…

Ya nunca sentiré ese frío que congela,

el alma, los huesos y hasta la razón.

Aquella soledad… ha perdido la batalla…

Desde ese día, que me habitas…

                                                       

El río ha concedido su lecho,
es que el amor, ronda en sus márgenes…
Entre caricias rosa, en danza sublime,
se ha sellado un pacto.

Mónica Beneroso